Constantemente escucho música. Es una de las tantas obsesiones que me ayudan a aligerar la pesada carga del día a día.
Desde Brahms o Chopin hasta Psapp o Freezepop, desde post-rock y grunge hasta jazz y electrónica minimalista; el espectro musical en el que me muevo es gigantesco, abarcando una inmensa gama de géneros y artistas. Pero mi ecléctico gusto tiene fronteras que la misma melomanía me obliga a respetar. No todo lo que suena es música.
Este blog representa una muestra de lo que suena...
Disfruten.
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