Mi apreciación:
A mi juicio, el mejor álbum de la historia del rock.
Un trabajo impecable en el que de forma conceptual se nos presentan cuestiones como la alienación, la locura, la desesperación y la resignación como efectos de una sociedad decidida y dedicada a inhibir cualquier vestigio de individualidad.
En esta entrada:
- Sobre el álbum (www.es.wikipedia.org).
- Vídeo de las canciones In The Flesh, Run Like Hell y Waiting for the Worms, tomados de versión cinematográfica del álbum (www.youtube.com).
Sobre el álbum:
The Wall es un álbum de estudio y el undécimo de la banda británica de rock progresivo y espacial Pink Floyd publicado en 1979. Se grabó entre abril y noviembre bajo la dirección del productor Bob Ezrin y de los miembros de Pink Floyd David Gilmour y Roger Waters. Fue lanzado el 30 de noviembre del mismo año en el Reino Unido y el 8 de diciembre en los Estados Unidos.
Este disco doble es un álbum conceptual que nos retrata la vida de una estrella ficticia del rock llamada "Pink", basado en su mayoría en las vivencias del antiguo líder de la banda Syd Barret, convirtiéndolo así en una especie de álter ego antihéroe. Descrito por Roger Waters, Pink se reprime debido a los traumas que la vida le va deparando: La muerte de su padre en la Segunda Guerra Mundial, la sobreprotección materna, la opresión de la educación británica, los fracasos sentimentales, la presión de ser una figura famosa en el mundo de la música, su controvertido uso de drogas sumado a su asma, etc., son convertidos por él en "ladrillos de un muro" que lo aísla, construido con el fin de protegerse del mundo y de la vida, pero que le conduce a un mundo de fantasía autodestructiva.
Es señalada por la crítica musical y seguidores del grupo como "uno de los mejores trabajos de la banda" y "uno de los mejores en la historia del rock", cuya atmósfera morbosa y depresiva ha inspirado a muchos otros músicos. Del mismo modo fue un inmenso éxito comercial mundial acreditándose discos de platino en más de veintitrés ocasiones, situándolo como el disco más vendido en los años 70s y en el tercer lugar de los discos más vendidos de todos los tiempos.
La idea le surgió a Roger Waters cuando en un concierto de la gira de Animals en Montreal, (denominada Pink Floyd-In The Flesh), el comportamiento agresivo de un fan de primera fila condujo a Waters a escupirle en la cara. Inmediatamente disgustado consigo mismo y con lo que llegaban a ser algunos megaconciertos, Waters comenzó a fantasear con la idea de construir un muro entre el escenario y la audiencia, lo que llevó posteriormente a la concepción del álbum. Hay que comprender que Pink Floyd siempre abordaba sus espectáculos para que lo principal fuera lo visual y lo sonoro, dejando normalmente al grupo en un segundo plano en la penumbra del escenario. Así, sobre todo, Waters sentía rechazo por la alienación que percibía entre los fans con los grandes grupos y superestrellas del rock, (de hecho, en su carrera posterior en solitario solía rehuir los grandes espacios) y esta semilla está en la concepción de The Wall y forma parte expresa de la historia en los temas “In The Flesh” y “Young Lust”. A esta idea se le añadieron otros "ladrillos" como la guerra, la sobreprotección materna, el fracaso sentimental, la violencia policial, la educación infantil o la locura (Syd Barrett -fundador del grupo- dejó el grupo por ella), llegando a construir el esqueleto conceptual del muro (The Wall). Por consiguiente, el concepto y la mayoría de temas del álbum son obra de Roger Waters.
La historia nos retrata la vida de una estrella ficticia del rock llamada “Pink”, que se convierte en un antihéroe mentalmente enfermo debido a los traumas que la vida le va deparando. La muerte de su padre en la Segunda Guerra Mundial (Another Brick in The Wall Parte 1 y 3) en una acción en la que los mandos británicos sacrificaron a muchos soldados, la sobreprotección materna (Mother), la opresión de la educación británica (Another Brick In The Wall Parte 2), los fracasos sentimentales, su mundo de superestrella, etc., son convertidos por él en ladrillos de un muro que lo aísla, construido con el fin de protegerse del mundo y de la vida, pero que le conduce a un mundo de fantasía autodestructiva. Durante un intento de suicidio con drogas, la alucinación lo convierte en un dictador fascista, el polo radicalmente opuesto a lo que “Pink” siente y es, señalando el punto sin retorno a la locura, pero que finalmente “Pink” no quiere traspasar. Finalmente se celebra "un juicio" ficticio y simbólico contra “Pink” (The Trial), que termina con la condena de derribar el muro y exponerse al mundo exterior, en una liberación final que permite a “Pink” volver a “fluir” y vivir otra vez.
Después de que Roger Waters abandonara Pink Floyd en 1985, se entabló con David Gilmour y Nick Mason una disputa legal acerca de los derechos sobre la marca “Pink Floyd” y todo su material producido hasta la fecha, y que terminó dando a Gilmour y Mason los derechos sobre la marca y la mayoría de la obra, pero que dejó a Waters los derechos sobre The Wall y el resto de sus composiciones para Pink Floyd.
La versión de cine de The Wall se filmó en 1982 por la Metro-Goldwyn-Mayer bajo el título de Pink Floyd The Wall, con Alan Parker como director y Bob Geldof (el líder de los Boomtown Rats) como "Pink". También participaron en escenas Bob Hoskins y la joven Joanne Whalley. La película sigue de cerca la estructura musical del álbum, con algunas pocas modificaciones, pero cuenta con una intriga específica y narrativa. Las escenas de animación, a cargo de Gerald Scarfe, son un elemento asimismo clave de la obra.
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